El hombro congelado, también conocido como capsulitis adhesiva o articulación congelada, es una afección que provoca rigidez, dolor y pérdida progresiva de movimiento en la articulación del hombro. Se produce cuando la cápsula articular, el tejido que envuelve la articulación, se inflama y engrosa, reduciendo el espacio disponible y limitando el movimiento natural.

Este trastorno puede afectar tanto a personas sedentarias como a deportistas, y es más común entre los 40 y 60 años, especialmente en mujeres. Aunque suele desarrollarse de forma lenta y progresiva, puede tardar entre 12 y 36 meses en resolverse completamente si no se trata adecuadamente.

Síntomas del hombro congelado

Dolor constante y rigidez progresiva

El síntoma inicial es un dolor profundo y persistente en el hombro, que puede irradiarse hacia el brazo, motivo por el que a veces se habla de brazo congelado. El dolor aumenta con el movimiento o durante la noche, afectando al descanso. Con el tiempo, la rigidez articular impide levantar el brazo, girarlo o realizar gestos cotidianos como peinarse, abrocharse un sujetador o alcanzar objetos en altura.

Reducción de la movilidad y pérdida funcional

A medida que avanza la capsulitis adhesiva, la persona pierde rango de movimiento en todas las direcciones, especialmente en rotaciones y elevaciones. Esta limitación funcional afecta a la vida diaria y al rendimiento físico. En fases avanzadas, incluso los movimientos asistidos resultan dolorosos o imposibles.

Causas y factores de riesgo

El hombro congelado puede aparecer de forma espontánea (idiopática) o secundaria a otras condiciones. Los principales factores de riesgo incluyen:

  • Lesiones o inmovilización prolongada: fracturas, luxaciones o cirugías del hombro que obligan a mantener el brazo inmóvil durante semanas.
  • Enfermedades metabólicas: la diabetes mellitus es una de las causas más comunes y aumenta el riesgo de padecer capsulitis adhesiva.
  • Trastornos hormonales: mayor incidencia en mujeres durante la menopausia.
  • Problemas tiroideos y cardiacos: pueden alterar la elasticidad de los tejidos y favorecer la inflamación.
  • Factores posturales o sobrecarga muscular: frecuentes en trabajos repetitivos o deportes con movimientos de lanzamiento.

Aun sin una causa única clara, el proceso inflamatorio genera adherencias en la cápsula articular que dificultan el deslizamiento normal del hombro.

Fases clínicas del hombro congelado

El proceso del hombro congelado o capsulitis adhesiva suele dividirse en tres fases clínicas. Cada una de ellas presenta características diferentes en cuanto a dolor, rigidez y capacidad funcional. En conjunto, la duración total puede oscilar entre 12 y 36 meses dependiendo de la edad, el estado general del paciente y la adherencia al tratamiento fisioterapéutico.

1. Fase de congelación (fase dolorosa)

Esta primera etapa suele durar entre 2 y 9 meses y se caracteriza por un dolor intenso y persistente que aparece tanto en reposo como con el movimiento. El dolor suele irradiarse hacia el brazo, dificultando actividades tan simples como vestirse o dormir sobre el lado afectado. Durante este periodo, la cápsula articular se inflama y comienza a engrosarse, reduciendo el espacio articular y provocando una sensación de tensión constante.

En esta fase es esencial iniciar el tratamiento fisioterapéutico para controlar la inflamación y evitar una pérdida severa de movilidad. Se recomiendan movilizaciones suaves, ejercicios de relajación muscular y técnicas analgésicas que ayuden a disminuir el dolor sin agravar el proceso inflamatorio.

2. Fase congelada (fase de rigidez)

Esta etapa puede extenderse entre 4 y 12 meses. El dolor empieza a reducirse, pero la rigidez aumenta de forma notable. El hombro se vuelve limitado y “duro”, restringiendo movimientos tan básicos como levantar el brazo o girarlo hacia afuera. En muchos pacientes, la movilidad se ve comprometida incluso con ayuda externa.

A nivel fisiológico, la cápsula articular pierde elasticidad y las adherencias se consolidan, haciendo que el hombro se comporte como si estuviera “bloqueado”. Aquí el objetivo de la fisioterapia es mantener y mejorar el rango de movimiento sin provocar dolor excesivo, utilizando estiramientos progresivos, ejercicios pasivos y terapia manual dirigida a recuperar la movilidad capsular.

Durante esta fase es común que el paciente sienta frustración por la lentitud de la mejora. Sin embargo, un tratamiento constante y adaptado es clave para evitar que la rigidez se convierta en una limitación permanente.

3. Fase de descongelación (fase de recuperación)

La última fase puede durar entre 6 y 24 meses y representa el periodo de recuperación progresiva de la movilidad del hombro. El dolor disminuye casi por completo y el rango articular comienza a mejorar de forma natural, aunque lentamente. Con un programa adecuado de ejercicios activos y fortalecimiento, la mayoría de los pacientes recupera entre el 80 % y el 100 % de la función del hombro.

Durante esta etapa, los fisioterapeutas en Valencia de Soifit suelen enfocar el tratamiento en el fortalecimiento muscular, la reeducación postural y la coordinación escapular. Estos elementos son esenciales para evitar recaídas y asegurar una recuperación completa.

En general, el pronóstico del hombro congelado es favorable cuando se diagnostica y trata correctamente. Sin intervención o con una recuperación incompleta, pueden quedar secuelas de rigidez o limitación funcional que afecten las actividades diarias. La constancia en el tratamiento y la supervisión de profesionales especializados son determinantes para alcanzar una recuperación plena.

Diagnóstico del hombro congelado

Evaluación clínica y pruebas de imagen

El diagnóstico se basa en una evaluación clínica detallada: análisis del rango de movimiento, intensidad del dolor y limitación funcional. En algunos casos se solicitan pruebas de imagen como ecografía o resonancia magnética para descartar otras patologías del hombro, por ejemplo roturas del manguito rotador o artrosis.

Importancia del diagnóstico precoz

Detectar la capsulitis adhesiva en fases tempranas mejora el pronóstico. Un tratamiento precoz ayuda a frenar la rigidez y reduce el tiempo total de recuperación.

En Soifit, los profesionales realizan un diagnóstico personalizado y diseñan un plan adaptado a la fase clínica y a las características del paciente, combinando conocimiento clínico con experiencia práctica.

¿Qué músculos se ven afectados en el hombro congelado?

El hombro congelado afecta no solo a la cápsula articular, sino también a varios grupos musculares que intervienen en el movimiento y la estabilidad del hombro. Los principales son los músculos del manguito rotador: supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular. Estos músculos son responsables de mantener la cabeza del húmero centrada en la cavidad glenoidea y de permitir la rotación y elevación del brazo. Cuando la cápsula articular se inflama y se vuelve más gruesa, estos músculos se ven limitados en su función, generando dolor y pérdida de fuerza.

Además, se ven comprometidos el deltoides, encargado de levantar el brazo, y los músculos estabilizadores de la escápula, como el trapecio y el serrato anterior, cuya coordinación es esencial para el movimiento correcto del hombro. La falta de movilidad prolongada puede causar una debilidad muscular secundaria y desequilibrios posturales que perpetúan la rigidez y el dolor. Por ello, la fisioterapia no solo se enfoca en la articulación, sino también en la reeducación muscular progresiva para restablecer la fuerza, la coordinación y la movilidad.

En Soifit, el tratamiento incluye ejercicios específicos de activación del manguito rotador y de fortalecimiento escapular. Este abordaje integral permite recuperar el equilibrio muscular y prevenir recaídas, garantizando una rehabilitación más completa y duradera del hombro afectado.

Tratamiento del hombro congelado

Abordaje fisioterapéutico

El tratamiento del hombro congelado se centra en reducir el dolor, recuperar la movilidad y restablecer la función del hombro. En la mayoría de los casos, la fisioterapia es la base del tratamiento. Las técnicas más utilizadas incluyen movilizaciones articulares suaves, ejercicios de estiramiento, terapia manual, electroterapia, punción seca y ondas de choque. Estas intervenciones ayudan a mejorar la flexibilidad y a disminuir la inflamación de la cápsula articular.

En Soifit, los fisioterapeutas diseñan un programa personalizado según la fase clínica en la que se encuentre el paciente. Durante la fase dolorosa, se prioriza aliviar el dolor y mantener la movilidad pasiva. En la fase de rigidez, el trabajo se centra en aumentar el rango de movimiento con ejercicios asistidos. Finalmente, en la etapa de recuperación, se incorporan ejercicios activos para fortalecer la musculatura del hombro y estabilizar la articulación.

Si el dolor limita la rehabilitación, puede ser necesario un enfoque multidisciplinar en colaboración con especialistas médicos. Por eso, nuestros fisioterapeutas en Valencia trabajan junto a médicos deportivos para ofrecer un tratamiento completo y coordinado.

Tratamiento médico

En algunos casos, el médico puede recomendar medicación antiinflamatoria, infiltraciones de corticoides o fisioterapia con radiofrecuencia para controlar el dolor y la inflamación. Los casos más graves, en los que la rigidez no mejora con el tratamiento conservador, pueden requerir una liberación capsular artroscópica. Esta técnica quirúrgica permite restaurar la movilidad del hombro cuando la cápsula está excesivamente adherida.

Sin embargo, la cirugía es excepcional y la mayoría de los pacientes obtiene una recuperación satisfactoria con fisioterapia constante y ejercicios guiados.

Ejercicios para el hombro congelado

El movimiento controlado es una parte fundamental del tratamiento del hombro congelado. Los ejercicios deben adaptarse a la fase de la enfermedad y siempre realizarse bajo la supervisión de un fisioterapeuta. A continuación, se describen tres ejercicios básicos que ayudan a mejorar la movilidad, reducir la rigidez y favorecer la recuperación funcional del hombro.

Ejercicio del péndulo

Para qué sirve: ayuda a mantener la movilidad articular y reducir la presión en la cápsula del hombro durante las primeras fases de la capsulitis adhesiva.

Cuándo hacerlo: indicado desde la fase de congelación, cuando el dolor es alto y el movimiento activo resulta difícil. Evitar si hay dolor agudo o inflamación intensa.

Cómo hacerlo:

  • Inclina ligeramente el cuerpo hacia delante y apoya una mano sobre una superficie estable (por ejemplo, una mesa).
  • Deja que el brazo afectado cuelgue libremente hacia abajo.
  • Realiza movimientos suaves en forma de círculo, de unos 10 a 15 cm de diámetro.
  • Ejecuta el ejercicio durante 1 o 2 minutos, varias veces al día.

Estiramiento con bastón o palo

Para qué sirve: mejora la elasticidad de la cápsula articular y previene la rigidez progresiva, especialmente durante la fase intermedia del proceso.

Cuándo hacerlo: recomendado en la fase de rigidez, cuando el dolor ha disminuido y se busca recuperar la movilidad sin forzar la articulación.

Cómo hacerlo:

  • Toma un bastón, palo o toalla larga y sujétalo con ambas manos.
  • Empuja suavemente el brazo afectado con la ayuda del brazo sano hacia delante, hacia el lateral o en rotación externa.
  • Realiza el movimiento lentamente, sin provocar dolor agudo ni rebotes.
  • Mantén cada posición entre 5 y 10 segundos y repite de 5 a 10 veces.

Elevación asistida

Para qué sirve: activa la musculatura del hombro y mejora la amplitud de movimiento, favoreciendo la fase final de recuperación.

Cuándo hacerlo: apropiado en la fase de descongelación, cuando el dolor ha disminuido y se busca ganar fuerza y control del movimiento.

Cómo hacerlo:

  • Acuéstate boca arriba sobre una superficie firme.
  • Sujeta el brazo afectado con la mano del brazo sano.
  • Eleva lentamente ambos brazos por encima de la cabeza hasta donde no haya dolor.
  • Mantén la posición unos segundos y vuelve despacio a la posición inicial.
  • Realiza 10 repeticiones, dos veces al día, sin provocar molestia significativa.

Los ejercicios deben realizarse de forma controlada y sin provocar dolor agudo. Si el dolor empeora, es recomendable detener el ejercicio y consultar al fisioterapeuta. En Soifit, cada programa de ejercicios se adapta al progreso del paciente y se revisa periódicamente para asegurar una evolución segura, eficaz y sostenida en el tiempo.
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Prevención y recuperación del hombro congelado

Consejos para prevenir recaídas

La prevención del hombro congelado pasa por mantener la movilidad y la fuerza del hombro. Es recomendable:

  • Evitar periodos prolongados de inmovilización después de una lesión o cirugía.
  • Realizar ejercicios de movilidad suaves a diario, incluso cuando no exista dolor.
  • Fortalecer la musculatura del manguito rotador y los estabilizadores escapulares.
  • Mantener una postura adecuada durante las actividades cotidianas y laborales.

Duración y pronóstico

La recuperación completa del hombro congelado puede variar entre 12 y 36 meses dependiendo de la fase, la edad y la adherencia al tratamiento. Con una fisioterapia constante, la mayoría de los pacientes logra recuperar el rango de movimiento y reducir el dolor de manera significativa.

En Soifit, el seguimiento continuo y la combinación de fisioterapia, entrenamiento y educación del paciente son claves para lograr una recuperación total y evitar recurrencias.

Cuándo acudir a un fisioterapeuta

Debes acudir a un fisioterapeuta cuando el dolor o la rigidez del hombro persisten durante más de una semana o limitan tus actividades diarias. Una valoración temprana permite iniciar el tratamiento antes de que la capsulitis adhesiva avance y se cronifique. En Soifit, nuestros especialistas en rehabilitación articular te ayudarán a recuperar la movilidad y la funcionalidad del hombro con un plan de trabajo adaptado a ti.

Conclusión

El hombro congelado es una afección compleja pero tratable si se aborda con un enfoque fisioterapéutico adecuado. Con diagnóstico precoz, ejercicios guiados y un plan progresivo de recuperación, la mayoría de los pacientes recupera su movilidad y calidad de vida. En Soifit, combinamos experiencia clínica, evidencia científica y un trato cercano para acompañarte durante todo el proceso de recuperación.

Revisión profesional

Contenido revisado por el equipo de fisioterapia de Soifit, profesionales especializados en rehabilitación de hombro y patología musculoesquelética.

Fuentes médicas de referencia

  • Mayo Clinic – Frozen Shoulder (Adhesive Capsulitis)
  • MedlinePlus – Capsulitis Adhesiva del Hombro
  • Sociedad Española de Fisioterapia (AEF) – Guía clínica de capsulitis adhesiva

¿Sufres dolor o rigidez en el hombro?

Si presentas síntomas de hombro congelado o notas pérdida de movilidad, solicita una valoración con nuestros fisioterapeutas en Valencia. En Soifit te ayudaremos a recuperar tu bienestar y prevenir nuevas lesiones.

Preguntas frecuentes sobre el hombro congelado

¿Cómo se cura el hombro congelado?

La recuperación del hombro congelado depende de la fase en la que se encuentre el paciente. El tratamiento suele combinar fisioterapia específica para recuperar la movilidad, ejercicios adaptados y, en algunos casos, medicación antiinflamatoria o infiltraciones. Con un abordaje progresivo y constante, la mayoría de los pacientes mejora notablemente en un periodo de 12 a 24 meses, recuperando la función del hombro sin necesidad de cirugía.

¿Cuál es la causa del hombro congelado?

El hombro congelado o capsulitis adhesiva se produce por la inflamación y el engrosamiento de la cápsula articular del hombro. Entre sus causas más frecuentes están la inmovilización prolongada tras una lesión, la diabetes, los cambios hormonales o las alteraciones tiroideas. También puede aparecer sin causa aparente, aunque suele estar relacionada con procesos inflamatorios o metabólicos.

¿Qué músculos se ven afectados en el hombro congelado?

En el hombro congelado se afectan principalmente los músculos del manguito rotador (supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular), así como el deltoides y los estabilizadores de la escápula. La rigidez y el dolor limitan su acción normal, por lo que el trabajo de fortalecimiento y reeducación muscular es fundamental en la fase de recuperación.

¿Cómo puedo desinflamar una capsulitis en el hombro?

Para reducir la inflamación en una capsulitis adhesiva, es recomendable aplicar frío local durante los primeros días, evitar movimientos bruscos y acudir a un fisioterapeuta que pueda realizar movilizaciones suaves y técnicas analgésicas. En casos más dolorosos, el médico puede indicar antiinflamatorios o infiltraciones de corticoides. En Soifit, el tratamiento fisioterapéutico se combina con ejercicios de baja intensidad para favorecer la movilidad sin agravar la inflamación.