Nuestra nutricionista Anna Galdón ha estado en el programa En Directe de 11TV para hablarnos sobre la lactancia. Para ella, este es un tema muy interesante que merece una respuesta al debate en el que muchas madres se encuentran al tener a sus bebés.

A día de hoy, tal y como ha reconocido nuestra nutricionista, resulta extraño ver a madres dando de mamar a su bebé, ya que es más común ver a madres con el biberón. Pero a pesar de ello, es muy importante que desde los primeros meses de vida se tenga una buena alimentación y que se mantenga en el futuro.

Sobre la decisión de las madres para darle leche materna o leche comprada a sus hijos cuando nacen, Anna considera que tiene mucha influencia la publicidad. Según explica, el entorno de las madres está bombardeado por la alimentación artificial ya que la inversión en estos anuncios es muy grande.

Sin darnos cuenta, la publicidad va calando en la sociedad. Las marcas venden la leche en polvo como una manera más rápida y cómoda de alimentar a los bebes. Pero, nuestra nutricionista Anna está convencida de que lo más cómodo, económico y rápido es dar pecho. Además, para ella, este es un vínculo maternal y filial único y precioso que se está perdiendo.

La gran mayoría de organismos oficiales, como la Asociación de Pediatría o la OMS, recomiendan la leche materna para alimentar a los bebes, ya que es la única con los nutrientes necesarios para que el niño crezca.

Según nos recomienda Galdón, para las futuras madres, lo mejor es que en la primera hora tras el parto se le coloque el niño a la madre para que empiece a mamar. Tras esto, se aconseja que los seis primeros meses de vida la alimentación del bebé sea exclusivamente leche materna.

Nuestra nutricionista recomienda no obsesionarse con las horas, ya que lo mejor es dar de mamar al bebé cuando lo pida, sin obligarlo. Anna destaca que este es un hecho tan instintivo que no se puede marcar ni establecer plazos para darle de comer.

Entre los beneficios que vive la madre cuando decide basar la alimentación de su bebé en la lactancia materna, se ha comprobado que la mujer recupera los índices de peso iniciales mucho más rápido. Además, la cintura es menor y las reservas grasas bajan de manera significativa. Respecto a los rumores de que el pecho cae y se deforma, no hay prueba científica que lo demuestre. Para el niño, la leche materna puede prevenir alergias, dermatitis atópica, procesos infecciosos como gastroenteritis y otras enfermedades.

La OMS aconseja que la leche materna sea la alimentación exclusiva para el bebé, ya que el aumento de las madres que alimentan a sus hijos con la leche artificial está relacionado con el crecimiento de los casos de alergias. Además, también destaca que se puede salvar un millón y medio de vidas al año si los niños toman exclusivamente leche materna durante los primeros meses y no con leches artificiales porque es una forma de hacer frente a la mortalidad infantil y también a la obesidad.

No podemos pensar que la leche materna no alimenta lo suficiente al bebé porque es la única que contiene todo lo que un niño recién nacido necesita. En cambio, las leches artificiales que continuamente están intentando mejorar con sabores o con omega 3 están perjudicando la salud del niño y de la madre. Por eso, a no ser que la madre tenga un impedimento para dar leche materna, siempre se recomienda lecha materna.

A partir de los seis meses se pueden empezar a introducir otros alimentos de forma progresiva. Pero debe ser una introducción progresiva, poco a poco, porque este es el momento clave para detectar si el niño tiene alguna alergia. En cambio, puede suceder que el bebé, hasta los ocho o diez meses o incluso hasta el año, no quiera tomar nada que no sea leche materna. Y esto es totalmente lícito porque la alimentación materna no tiene una edad tope y, a partir de los seis meses, se puede combinar con otros alimentos complementarios.

Sin duda alguna, nuestra nutricionista lo tiene claro. La leche materna es la mejor elección porque tiene los nutrientes que necesita el bebé y es la que más aporta para su desarrollo y crecimiento. Salvo casos muy raros, siempre se recomendará leche materna.